Monster Hunter es una serie fascinante pero que requiere dedicación para gozarse. Mas quien la recibe de brazos abiertos hallará un tesoro.

Había pensado en crear un artículo al estilo “y sigo jugando…”, pero mejor preferí redactar algo un poco diferente, más general, en lugar de centrarme en solo un juego. Por lo mismo, de lo que voy a comentarles es acerca de lo que considero son los puntos clave que hacen que Monster Hunter como serie tenga un singular atractivo no solo para mí, sino para otros videojugadores.

“Ámala por sus defectos más que por sus virtudes”

Irónicamente, algunas de las cosas que comentaré son vistas por más de una que otra persona como “defectos”. Tomemos el caso de la necesidad del arma que blandimos contra las criaturas del juego. Hay quienes piensan que es algo verdaderamente molesto que para correr tengamos que enfundarla, o que la animación de éstas sea terriblemente “lenta”. Incluso he escuchado comentarios acerca de una “movilidad tipo tanque”, a pesar de que prácticamente puede evadirse cualquier ataque si se ve venir, hasta en el agua.

Aunque cazar enormes criaturas está muy lejos de ser realista, este elemento de la serie sin duda le agrega algo de realismo a cada uno de sus títulos. Imagina por un momento que de verdad estás blandiendo una Gran Espada, semejante a la manejada en otros títulos, no solo Action RPGs sino de otros géneros. ¿Crees que es posible que puedas enfundarla a toda velocidad o que puedas correr con ella si la tienes en tu mano? Como es lógico, las armas pequeñas son más rápidas de guardar o desenfundar al atacar.

La Gran Espada es la cuña de la perdición de tu enemigo.

Un ejemplo sería las que entran en la categoría de Espadas Dobles o Espada y Escudo. Sin embargo, el daño que producen no es tan masivo como el que logra la Gran Espada, que en manos de un cazador experimentado es un armamento formidable que hace retroceder a cualquier adversario. Ese es otro de los elementos fundamentales de Monster Hunter: la necesidad de conocer a fondo nuestras armas y aprovecharlas.

“La práctica es lo que hace al verdadero maestro…”

La única manera de sacarle en verdad provecho a un arma es saber como funciona, conociendo sus ventajas y desventajas en combate. Hay armamento muy bueno para pelear en solitario, pero otras se desempeñan mejor si estamos cazando en grupo y servimos de apoyo a nuestros compañeros. Al mismo tiempo, hay que saber como funcionan, de modo que no les estorbemos a nuestros camaradas.

Nada es más molesto que el artillero novato cargue su Ballesta con munición de perdigones, arruinándole la diversión a los demás, o aquel que tira a los que llevan Lanza usando de manera indiscriminada su Espada Larga. Desde luego, nadie nace siendo un experto y precisamente por ello puede decirse que Monster Hunter es una serie donde aprendes algo nuevo en todo momento (aun los veteranos).

¿Quién diría que las habilidades correctas y los objetos adecuados te darían la victoria?

Esto es precisamente lo que aleja a muchos de esta franquicia de Capcom. A veces, el tiempo que se necesita para aprender a profundidad los elementos del juego es más del que algunos tienen. De cierta forma, eso es cierto, pero a cambio obtienes un título que no se terminará después de unas pocas horas, sino que podrás seguir jugando por días y días. Pero no solo tienes que aprender a manejar las armas: también a conocer a tu enemigo.

“No solo pelees contra el monstruo; piensa como él”

Y aquí viene otra queja de parte de algunos: ¿por qué los monstruos no tienen barra de vida? Ese es otro de los elementos que incrementan la profundidad de Monster Hunter. Es aquí cuando el cazador auténtico se distingue de los demás. Conocer al monstruo que enfrentas no es solo saber su nombre: es saber sus costumbres, leer sus movimientos, interpretar sus señales y aprenderse sus hábitos.

Es observar, no ver. Aprenderse los signos que revelan que nuestro adversario está cansado, hambriento o próximo a desfallecer. Dependiendo de la misión, habrá que capturarlo o matarlo. En el caso de captura, es cuando más cuidadosos hay que ser: un golpe de más y la presa perecerá, arruinando la misión. Saber que tipo de trampa usar también es vital: no sea que el bajo perfil del monstruo con que peleemos nos dificulte dormirlo.

Diablos, tirano del desierto. Bestia infame de cólera infinita, pero con ojos color de rosa.

Después de un tiempo, esto se vuelve natural (aunque hay formas de saber cuando una criatura está próxima a caer). El buen cazador también sabe donde sus golpes hacen más daño y de que forma afectan a su presa. Tiene conocimiento de que elementos (agua, fuego, electricidad, etc.) lo hieren más. De la misma forma, conoce sus ataques y como esquivarlos o bloquearlos de manera efectiva.

“Prepárate siempre. Nunca dejes nada a la ligera”

Existen quienes incluso cuentan los frames de la animación de cada criatura, para en el último momento esquivar no solo su ataque, sino el impacto que provoca haciendo retemblar el suelo (que provoca inmovilidad) o su poderoso grito (que nos ensordece y aturde). Especialmente los que hacen uso de la Lanza tienen esto muy presente debido a su equipo.

Hablando precisamente de esto, el equipo o armadura que llevamos es algo también importante a considerar. Cada uno tiene sus debilidades y fortalezas: el cazador debe saber cuando usar la adecuada contra cierto adversario. Claro, conozco cazadores que a veces prefieren usar una armadura en especial simplemente por que se ve bien, sin tener en cuenta si es útil o no contra un enemigo.

Aun la combinación más rara y extraña puede tener las mejores habilidades.

No voy a negar que a veces he caído en lo mismo. Soy un gran fan de la armadura fabricada con Bnahabra (una especie de insecto que debutó en Monster Hunter Tri), y trato de usarla siempre que puedo. Pero ni yo estaría tan loco como para emplearla en una misión contra un monstruo de tipo ígneo, como un Agnaktor (criatura que cae en la categoría de Leviathan que nada en lava derretida), que con su rayo de calor puede freírme en un instante (mi equipo tienen resistencia negativa al fuego).

Un caballero siempre tiene una armadura para toda ocasión

Hay un traje para cada ocasión, y en cuanto a variedad no nos podemos quejar. Probablemente, esta serie tiene una línea de modelos bastante atractivos desde el punto de vista estético, que no le piden nada a otros juegos semejantes. Lo mismo puede decirse de las armas, que al igual que el equipo, están hechos de las partes de las criaturas que derrotamos.

Sin embargo, aquí aparece un elemento que a algunos les parece bastante molesto en la serie: la necesidad de matar una y otra vez al mismo monstruo para obtener material para hacer sus armas y equipo, debido a que cae en lo repetitivo. Hay quienes quisieran que esto fuera rápido y sencillo, pero no todas las partes de nuestros enemigos aparecen con la misma frecuencia.

Nunca te des por vencido. Ese artículo que buscas saldrá tarde o temprano.

Hay piezas tan raras que aparecen de forma fortuita y solo bajo ciertas circunstancias (rompiendo algunas partes, como cuernos o corazas). Debido a su bajo índice de aparición, hay cazadores que piensan que hasta existe un elemento “sobrenatural” en Monster Hunter, el Desire Sensor. La idea es sencilla de entender: si piensas mucho en un ítem dado, puede ser que casi nunca salga al destazar a un monstruo (bueno, esto no es tan gráfico) o en las recompensas al final de la misión.

“Siempre mantén una actitud positiva y la suerte llegará”

Esto suele pasar mucho con las joyas que algunos monstruos tienen en sus cuerpos. Hay historias de horror de cazadores que han matado a más de 20 criaturas del mismo tipo y no han podido conseguir el elemento que necesitaban de ellos, supuestamente debido a que “deseaban demasiado” la pieza que buscaban. No voy a decir que es verdad o no, pero a veces he tenido la sensación de que más de una vez me ha pasado: el artículo que buscaba no aparece en varias misiones e inesperadamente lo obtengo, así nada más.

Podríamos decir que es un elemento que da algo de “emoción” a las cacerías, pero no puedo negar que puede cansar a más de uno. Mas si no existiera el reto (hay quienes dirían incluso “masoquismo”), ¿qué chiste tendría todo? Pero quizá algo que enriquece aún más la experiencia de Monster Hunter es sin lugar a duda el modo multijugador, ya sea local o en línea.

La unión hace la fuerza no es una simple frase vacía. Significa todo en Monster Hunter.

A diferencia de otros títulos donde la competitividad es lo usual, aquí lo que impera es cooperar con los demás, a fin de vencer a las criaturas más fuertes del juego. Es quizá una de las mejores experiencias y es una forma de aprender a trabajar en equipo. Si alguien actúa de forma egoísta, es probable que entorpezca la misión o incluso la arruine. Aquí nadie jala por su lado: ¡todos coludos o todos rabones! (como dicen en el pueblo).

¡Anímate a entrar a la hermandad de cazadores mundial!

Puede ser que acabemos el juego, pero su aspecto multijugador le dará vida por mucho más tiempo. Es mucho más fácil obtener piezas de los monstruos cuando cazamos en compañía y es por eso mismo que este aspecto de la serie es tan popular: de hecho, es una de las causas por las cuales es de las franquicias más queridas en Japón, donde mucha gente juega entre sí en los trenes, parques u otros lugares públicos.

En cambio, en Occidente es más común jugar Monster Hunter en línea (en el caso de que su respectiva entrega tenga esta opción). Cazar solo o acompañado de nuestros ayudantes es divertido. Pero hacerlo en compañía de nuestros amigos, es una verdadera experiencia. Es por lo mismo que recomiendo a cualquier jugador que le de una probada a algún juego de la serie.

Cualquier título de la franquicia es bueno para empezar, pero casi siempre la última versión es la más indicada.

Simplemente hagánlo. Puede ser que no les guste, o que piensen que no es para ustedes. No obstante, denlé su tiempo a Monster Hunter. Nada se compara a la emoción de matar a tu primer monstruo y sentir esa peculiar sensación de saber que es lo hay más allá, a que nuevos enemigos enfrentar y que nuevas tierras descubrir. Dejénse invadir por la emoción de la caza.

[La versión original de este artículo apareció en la edición en línea de la revista mexicana GameMaster (2009-2015), que escribí bajo mi seudónimo de A. Quatermain]

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