De forma algo anticipada, se da a conocer la versión extendida del comercial de Pokémon del Super Bowl 50 que se transmitirá el 7 de febrero.

Anduve demasiado ocupado el día de ayer por cuestiones personales, y por lo mismo, no comenté nada acerca del comercial de Pokémon del Super Bowl 50. Alcancé a verlo, pero no tuve tiempo de escribir nada al respecto. Ahora con un poco más de calma, puedo comentar acerca de una de las formas con que Nintendo y The Pokémon Company pretenden promocionar el vigésimo aniversario de la franquicia.

Cabe señalar que este comercial de Pokémon del Super Bowl 50 no es el que exactamente será transmitido en dicho evento. Tiene una duración de 1:10 minutos, por lo que se trata de una versión extendida del que si se mostrara en este encuentro deportivo. Éste durará 30 segundos y que millones de personas verán el próximo 7 de febrero. Es un anuncio curioso, ya que en ningún momento podemos ver alusiones a la Gran N.

Pero no por eso es malo. Mas que nada, juega con la nostalgia en más de una forma, con ese sentimiento que muchos tenían al jugar su primer juego de Pokémon y convertirse ellos mismos en un entrenador. Alguien deseoso de conocer el mundo y enfrentar a los mas poderosos lideres de gimnasio. De hecho, el tráiler tiene diversas alegorías y mensajes en momentos clave que indican precisamente eso.

También queda claro el mensaje de que la pasión por los monstruos de bolsillo no conoce fronteras. Tal parece que esa es la intención de este comercial de Pokémon del Super Bowl 50. Sin embargo, también comprendo a quienes querían alguna revelación importante con este promocional, como es el caso del múltiples veces rumorado Pokémon Z, o ya de perdida, algo relacionado a Pokémon GO.

Pero da la impresión de que ni The Pokémon Company ni Nintendo se sienten del todo tentados para hablar, al menos por ahora, de ambos desarrollos. Uno que es fruto de la especulación y el otro plenamente confirmado; a ver si se animan en los siguientes meses. Ya para terminar, cabe señalar que el anuncio es obra de la agencia creativa Omelet, basada en Los Angeles, California.

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