A pesar de lo que puede pensar una mayoría desinformada de jugadores, Nintendo si crea franquicias nuevas de forma constante.

Probablemente una de las cosas que más me irritan y provocan que me lleve la mano a la cara (el típico facepalm) es cuando alguien dice algo como “es que Nintendo no crea nuevas franquicias”. Fue por eso mismo que realicé un artículo enfocado a desmentir este mito (que apareció en GameMaster No. 34), donde mencionaba varias de sus propiedades intelectuales, tanto antiguas como de años más recientes.

“Si repites una mentira muchas veces…”

Tiene una errata por ahí, pero aun así es bastante válida como material de consulta. Sin embargo, creo que la gente tiene distintas percepciones al momento de evaluar lo que ha hecho la compañía, y eso es precisamente de lo que quiero hablar ahora. Por ejemplo, existe un sector de videojugadores que cuando se trata de juegos que se distribuyen de forma digital suelen hacerlos menos.

¿El pretexto? Supuestamente esos “no cuentan”, debido a que son desarrollos con un presupuesto menor al de series del calibre de Super Mario Bros., The Legend of Zelda, Metroid o Pokémon. ¿De cuándo acá para que una IP (Propiedad Intelectual) sea considerada nueva tiene que intervenir a fuerza cuánto dinero se le invirtió?

Hay quienes creen que para que una franquicia valga la pena, forzosamente debe de ser del rango de una AAA.

En DSiWare y WiiWare (dentro de esta misma generación), Nintendo ha apoyado a sus estudios para lanzar nuevas series, unas con mayor fuerza que otras. Especialmente Intelligent Systems se ha mostrado muy fructífero en este aspecto. Entre las nuevas creaciones de esta second party de la Gran N tenemos a Link ‘n’ Launch, Spotto! y Eco Shooter: Plant 530.

Una cosa es lanzarlas y otra que tengan éxito

De seguro pocos lo recuerdan, debido a que no tuvieron el éxito esperado. Pero… ¿qué hay de la nueva oleada de juegos de 3DSWare? Tan bien le fue a Pushmo (otro desarrollo de Intelligent Systems), que la compañía se animó a crear una secuela con el mismo nivel de calidad, Crashmo. A Freakyforms: Your Creations, Alive!, de Asobism, le pasó lo mismo (hasta una versión en formato físico consiguió) y lo mismo a Dillon’s Rolling Western, de Vanpool, con su secuela, The Last Ranger.

Otro pretexto que he encontrado para no considerar “nueva” a una franquicia de Nintendo es que forzosamente debe ser desarrollada por este mismo publicador. Hay quienes consideran que la trilogía de RPGs de Wii, Xenoblade Chronicles (Monolith Soft), The Last Story (Mistwalker/Artoon) y Pandora’s Tower (Ganbarion) no deberían de ser considerados juegos de la Gran N.

Nintendo es actualmente dueña del 96% de Monolith Soft, mucho más que lo que tuvo de Rare en su tiempo.

Eso es ridículo. Para empezar, la compañía dirigida por Tatsumi Kimishima es dueña de Monolith Soft, es como decir que la saga de Uncharted no pertenece a Sony simplemente porque la hace Naughty Dog. En cuanto a los otros dos juegos, Nintendo fue quien pagó por su desarrollo y supervisó de forma estrecha su creación, especialmente en el caso de The Last Story.

Dejándole el trabajo a sus estudios satélites

Es una práctica común que una compañía, por medio de un tercero, desarrolle uno o más juegos. Casi siempre los derechos son compartidos. Nintendo no es la única empresa que recurre a este tipo de prácticas y entre su amplio “arsenal” de franquicias, más de 160 a lo largo de su más de un cuarto de siglo de existencia, hay varios ejemplos parecidos.

Desde el 2006 podría citar ejemplos como Fluidity (Curve Studios), Sakura Samurai: Art of the Sword (Grounding Inc.), Electroplankton (indieszero), Art Style Series (Skip Ltd), Endless Ocean (Arika), Another Code (CING), Ouendan (iNiS), Polarium (Mitchell), ThruSpace (Keys Factory), Spirit Camera: The Cursed Memoir (Koei Tecmo) y otros más. Ciertamente hay un porcentaje de juegos que, aunque nuevos, no llegan a nuestra región por una u otra razón. Esto fue lo que pasó a Captain Rainbow, Takt of Magic, Zangeki no Reginleiv, Soma Bringer y otros más.

A pesar de esto, las localizaciones de juegos de Nintendo y sus estudios afiliados han mejorado con los años.

Pero ese no es un punto válido para dejarlos fuera al hablar de nuevas IPs, por mucho que sea un fastidio que no arriben a nuestra región. Hay quienes dicen que para que una franquicia sea considerada como nueva debe alcanzar el suficiente renombre y las ventas que la respalden.

Lo casual no exime a un juego de serlo

Pero, ¿qué sucede cuando vemos los números logrados por las Mii Series, Nintendogs, Brain Training, Style Savvy y otras más? Por si solos, estos títulos ya se ganaron un lugar entre las franquicias de la compañía, pero suelen ser “minusvaloradas” simplemente porque son consideradas para jugadores “casuales”.

El último pretexto que he leído respecto a la novedad de una franquicia es que debe tener el mismo nivel de cuidado que los grandes proyectos de la compañía; eso sí que es una exigencia bastante grande. Crear un equivalente a Mario, The Legend of Zelda o Pokémon que perdure a lo largo de los años y sea lo suficientemente redituable es un logro en sí mismo.

¿Será Splatoon la serie que más oportunidad tiene de convertirse en un clásico en las consolas de Nintendo?

Ni siquiera Fire Emblem, F-Zero, Star Fox o Pikmin pueden ponerse al nivel de estos juegos en cuanto a número de unidades desplazadas: el mismo Metroid tampoco destaca por ser un superventas, algo que en verdad me duele admitir. Pero quién sabe, quizá una nueva franquicia de Nintendo salga de algún pequeño proyecto, eso no puede negarse.

Las franquicias seguirán llegando a pesar de todo

¿Recuerdan los humildes orígenes de Mario como Jumpman en Donkey Kong? Es por lo mismo que Nintendo debe seguir desarrollando nuevas franquicias, en pequeña, mediana o gran escala. Desde Code Name: S.T.E.A.M. pasando por The Wonderful 101 y llegando hasta Splatoon, Genei Ibun Roku ♯FE o Xenoblade Chronicles X, la compañía se ha esforzado en ofrecernos algo diferente. Quizá alguna de ellas tenga la suerte de volverse una de las favoritas del público.

Es precisamente el público quien decide cuáles habrán de perdurar en base a sus ventas. Claro, no faltan los intentos de revivir alguna, como es el caso del retorno de Pit en Kid Icarus: Uprising, pero eso sería tema de otra ocasión.

[La versión original de este artículo apareció en la edición en línea de la revista mexicana GameMaster (2009-2015), que escribí bajo mi seudónimo de A. Quatermain]

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