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No, el Bulbasaurus no se llama así por el pokémon Bulbasaur

No, el Bulbasaurus no se llama así por el pokémon Bulbasaur

Podría pensarse que un nuevo dinosaurio llamado Bulbasaurus phyloxyron tomó su nombre del pokémon Bulbasaur. Pero la historia es otra.

¿Recuerdan cuando les hablé que científicos chinos e ingleses decidieron bautizar a un nuevo gibón hoolock en honor de Luke Skywalker de Star Wars? Pues recientemente se dio un caso parecido, pero al revés. En este caso se aplicó a una especie inédita de dinosaurio dicinodonto. Ésta fue descubierta el pasado martes, y se le bautizó con el nombre de Bulbasaurus phyloxyron. ¿Qué, se trata de un homenaje al pokémon Bulbasaur?

Muchos pensaron que así era, pero en realidad no es así. “Respecto al nombre, es una práctica taxonómica común nombrar nuevas especies después de características prominentes del organismo”, señaló Christian Kammerer, paleontólogo y doctor en filosofía del Museo de Historia Natural de Berlín. Destacó que “en el caso actual, el género Bulbasaurus (lagarto bulboso) se refiere a la protuberancia nasal bulbosa”.

“En cuanto al nombre de la especie, phyloxyron (hoja de afeitar) hace referencia al pico afilado para cortar a través del material vegetal que comía”, agregó. Como puede verse el nombre no tiene mucho que ver con el pokémon Bulbasaur, pero ciertamente esta criatura se parece un poco a este fósil recién descubierto. Precisamente eso mencionan en el artículo de Inverse de donde obtuve la información.

Si bien el Bulbasaurus phyloxyron no tiene Látigo Cepa para defenderse, si tiene un cuerpo rechoncho y fue un herbívoro bastante capaz en su tiempo. También se menciona que los científicos que lo bautizaron, si bien no se inspiraron en el pokémon Bulbasaur, piensan que no está tan mal que la gente haga una relación de este tipo. Consideran que está bien que una conexión con la cultura pop atraiga más atención a la historia natural.

Quizá tengan razón. No creo que el Homo floresiensis, conocido por muchos como el Hobbit, haya llamado tanto la atención del público en el 2003 sino se hubiera hecho una analogía con los seres creados por J. R. R. Tolkien para su magna obra de El señor de los anillos y el libro que los precedió, que narra las aventuras de Bilbo Bolsón. Mientras ayude a promocionar descubrimientos científicos, no hay mayor problema.

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