El actor italiano Bud Spencer falleció la tarde del día de hoy, 27 de junio, a los 86 años y después de una exitosa carrera en el séptimo arte.

Si hubo muertes que sentí mucho en el 2015 del mundo del cine fueron sin duda las del actor Leonard Nimoy, quien falleció en el mes de febrero, y la de Christopher Lee, en junio pasado. Este 2016 también tiene otros lamentables decesos, pero ninguno me dolió tanto como la del actor italiano Bud Spencer, quien murió a los 86 años de edad. Esto fue confirmado vía Facebook por uno de sus hijos, Giuseppe.

Bud Spencer era el nombre artístico del actor italiano Carlo Pedersoli. Según su vástago, murió rodeado de sus seres queridos y miembros de su familia, sin sufrimiento de por medio. Sus últimas palabras fueron simplemente “gracias”. En vida trabajó en muchas películas por su cuenta, pero las más recordadas fueron sin duda las que hizo con su compañero y amigo Terence Hill (Mario Girotti en la vida real), con quien había una gran química personal.

En conjunto trabajaron en cintas como Tú perdonas… yo no, Juntos son dinamita, Quien encuentra un amigo encuentra un tesoro, Dos puños contra Río, Dos superpolicías en Miami y varias otras cintas más. Esa mezcla de acción con comedia hizo a estos filmes muy atractivos y disfrutables por personas de todas las edades. Además de actor, Bud Spencer era un atleta olímpico y se le daba muy bien la natación.

También destacó como compositor y cantante. Al menos en mi caso, alegró varias tardes de mi niñez con sus películas. Los constantes maratones de éstas en televisión abierta ayudaron mucho a que me grabara cada una de sus actuaciones. Era un artista por demás carismático, a pesar de su gesto adusto y de pocos amigos. A pesar del nivel de violencia de sus filmes, estos eran por demás amenos.

No había necesidad de derramamiento de sangre ni nada parecido. Solos unos cuantos mamporros por ahí y por allá bastaban para mantener entretenida a la audiencia. Sinceramente, es una pena decirle adiós, pero al menos ya descansa en paz. Muchas gracias por todo, Bud. Al menos en estos momentos ya estás cantando con los ángeles, con tu profunda voz.

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