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Jessica Jones: Cuando la obsesión tiene un color

Jessica Jones - Póster

Después de disfrutar cómodamente de la serie de Jessica Jones en Netflix, es claro que Marvel se ha apuntado sin problemas otro triunfo más.

No, esto no es una reseña de Jessica Jones, también conocida como Marvel’s AKA Jessica Jones. O al menos, no es el tipo de análisis que podrían esperar con una calificación al final, como cuando evalúo algún videojuego, película o anime. Será cosa suya juzgar lo que es, pero si quiero dejar claro una cosa; lo que van a leer a continuación es mi opinión más sincera al nuevo éxito nacido de la sociedad entre Marvel y Netflix.

Jessica Jones

¡Una superheroína que bebe como cosaco!

Confieso que, a diferencia de otros héroes de La Casa de las Ideas, no estoy muy versado que digamos en las andanzas de esta superheroína. Casi siempre ha estado fuera de mi radar, y es por lo mismo que cuando disfruté de cada uno de los 13 capítulos que comprende la serie, no tenía un trasfondo para juzgarla en base a lo plasmado desde hace años en los cómics.

Quizá por lo mismo fue que la recibí con mi mente completamente abierta, sin prejuicios, como en su tiempo lo hice con la cinta de Guardianes de la Galaxia. No quedé decepcionado; desde el primer capítulo me enganchó el concepto planteado por Jessica Jones. Como muchos otros héroes creados por Marvel, su historia se siente cercana, humana de cierta manera.

Esta serie esta enfocada en una audiencia mas adulta, y no es recomendable para todos por las temáticas que aborda.

Ella no cae en la categoría del superhéroe perfecto, inmaculado e intachable. Es una persona como cualquiera, con sus propios vicios y virtudes. A tal grado, que los demonios y vivencias de su pasado la acosan frecuentemente, con flashbacks semejantes a los manejados en las aventuras del invidente abogado Matt Murdock. La forma en que se maneja el recurso de la retrospectiva por Marvel en verdad ayuda al flujo de la trama.

Jessica Jones con Malcolm Ducasse

Vitral multicolor de tonos azules iridiscentes

Pero mientras encontramos lugares comunes entre Daredevil y Jessica Jones, también hay notorias diferencias. A mi gusto, el opening de esta última tiene un mucho mejor acabado, más artístico. El manejo de los colores, de los tonos azules en especial, esta muy presente; es algo que se extiende hasta la serie completa. En todo momento hallaremos tomas singulares, artísticas y de una gran calidad.

El trabajo de fotografía es algo digno de elogio. Sí, estamos en Hell’s Kitchen en la Ciudad de New York, uno de los dominios del implacable Hombre sin miedo; pero todo se ve con una luz diferente bajo la lupa que representa Jessica Jones, investigadora privada de profesión que usa sus habilidades para ganarse la vida y patear unos cuantos traseros de paso.

Si bien Jessica esta del lado de la ley, no le importa mucho “torcerla” un poco, si a cambio puede abatir un mal mayor para la sociedad.

A pesar de su tremenda fuerza, reforzada con una buena dosis de sarcasmo, deja entrever de vez en cuando su propia fragilidad. No importa que intente ahogar sus penas con alcohol; esa nunca sera la solución para sus problemas, ni para el intenso miedo que atenaza su alma. ¿Que podría atemorizar a una mujer capaz de levantar un auto sin apenas esfuerzo? Un solo nombre: Kilgrave.

Purple Man

El verdadero rostro del mal se tiñe de púrpura

Para los fans de Marvel, él no es un desconocido ni mucho menos. Conocido también como Purple Man, es quizá uno de los villanos mas temibles entre las filas de La Casa de las Ideas. Gracias a su poder es capaz de convertir a cualquier en una simple marioneta y obligarle a cumplir sus más infames caprichos. Su personalidad obsesiva, incluso infantil y el rencor acumulado a lo largo de su vida lo hacen un personaje muy de temer.

Y es precisamente Jessica Jones una de las obsesiones de su vida. Para él, todos los demás le importan un comino. Él quiere, necesita, ansía dominarla a un nivel enfermizo. Doblegarla y quebrantar su espíritu son solo algunos de sus objetivos, porque mas allá de eso, padece de un “amor” enfermizo, implacable y mezquino. ¿Cómo puede ella razonar con un monstruo así?

Ni siquiera todos los exnovios celosos de Ramona Flowers pueden compararse con la locura que destila por sus poros Kilgrave.

Lo mas irónico del asunto es que la historia de Jessica y Kilgrave se siente increíblemente cercana a nosotros. De hecho, es algo que hemos visto mil y un veces a nuestro alrededor. Relaciones de este tipo son muy comunes, en especial en México donde el machismo sigue impregnando en más de una forma a nuestra sociedad. Vínculos autodestructivos que tanto daño causan a ambas partes.

Jessica Jones y Trish

Un monstruo de mil caras en todo momento

Y es precisamente eso lo que debe encarar Jessica Jones; mientras trata de todas las formas posibles lidiar con Kilgrave, debe de evitar no solo que dañe a sus seres queridos, sino a todas las inocentes personas a su alrededor. Él no respeta a nada ni a nadie; no distingue en modo alguno entre condición social, sexo, raza o edad. Todo vale para cumplir sus más oscuros propósitos.

A diferencia de Daredevil, donde encontrábamos episodios que se sentían autocontenidos, en el caso de Jessica Jones hay un encadenamiento mucho más claro entre ellos. Aquí no nos topamos como un villano al estilo de Wilson Fisk, el Kingpin (Vincent D’Onofrio), que íbamos descubriendo sus motivaciones de forma progresiva y hasta podíamos “simpatizar” con sus ideales, mas no con sus métodos.

Si, Kilgrave ha destronado a Loki como el mejor villano del MCU. Pero el dios de las bromas todavía tiene una ventaja.

En esta nueva serie de Netflix el mal tiene un nombre y ese es Kilgrave (David Tennant). Él no tiene jefes criminales ni cómplices al nivel del Kingpin; no los necesita. Todo aquel que pase frente a él es un aliado, voluntaria o involuntariamente; nadie es capaz de contravenir sus despiadados deseos, alejados por completo de cualquier ética o moral.

Jessica Jones y Kilgrave

Danza macabra de marionetas en manos infames

Ante un ser semejante, Jessica Jones lo único que tiene es su sincero deseo de hacer valer la justicia, al menos a su modo, y evitar que siga dañando a personas inocentes. Porque a final de cuentas, Jessica se ve reflejada una y mil veces en cada una de ellas. Si, alguna vez fue un títere más, que bailó al son que le tocaban en las manos de ese siniestro y repulsivo titiritero, de ese engendro sin alma de acento inglés y finos modales.

Él es la maldición que carga a cuestas, el peor de sus demonios, fuente de sus inseguridades y temores. Y la única forma en que puede superarlo es enfrentándolo cara a cara. Jessica Jones es un duelo de voluntades entre una mujer que lo ha perdido casi todo y alguien cuyos poderes lo ponen casi al nivel de un dios, ruin e infame. Pero aun una deidad es capaz de conocer su Götterdämmerung particular, su propio e infernal ocaso.

Los fans de La Casa de las Ideas detectarán de inmediato las múltiples referencias que contiene la serie, tanto al MCU como a los cómics.

No tengo queja alguna de Krysten Ritter como Jessica Jones; su interpretación de una mujer capaz y casi autosuficiente, pero atormentada, es muy satisfactoria. Respecto de David Tennant como Kilgrave, creo que es una de sus mejores actuaciones, ya que da vida a un muy convincente y atemorizante villano. Actores como Mike Colter en el papel de Luke Cage, Rachael Taylor como Patricia “Trish” Walker y Eka Darville interpretando a Malcolm Ducasse también relucen.

Luke Cage

Una serie buena, pero no tanto como Daredevil

Sin embargo, la serie dista también de ser perfecta. Siguiendo con los actores, el personaje interpretado por Wil Traval, Will Simpson, no terminó de convencerme. Lo sentí demasiado apresurado; un desarrollo más lento y progresivo habría sido mejor. En una serie que comprende trece capítulos, esto habría sido posible. Otro de los involucrados, la actriz Carrie-Anne Moss dando vida a Jeri Hogarth, no la sentí tan necesaria para la trama.

Y aunque Jessica Jones tiene mejoras con respecto a Daredevil, aún considero a esta última superior. El final de las aventuras de Matt Murdock me encantó, pero no puedo decir lo mismo del de Jessica Jones. Le faltó ese “algo” que caracteriza a un buen desenlace. Podría decirse que una puerta quedó entreabierta, que hay misterios que merecen ser investigados. Fue tan abierto que hasta una segunda temporada no se siente tan necesaria.

¿Lo ven? Traté de mantener al mínimo los spoilers y ni siquiera tuve necesidad de contarles lo que pasa en el primer capitulo.

Así como Daredevil preparó el camino para Jessica Jones, justo es reconocer que esta misma le dio su “palmadita” en la espalda a la correspondiente a Luke Cage. Veremos si de casualidad regresa a su lado, o por el contrario, quedará al margen. Es tiempo de que este invulnerable superhéroe brille bajo su propia luz.

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