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Daredevil: Una serie que vale la pena ver

Daredevil: Una serie que vale la pena ver

¿Habrá tenido idea Marvel del éxito que tendría con Daredevil? La verdad, no lo sé, pero vaya que le salió bien la jugada.

De entre las series de televisión basadas en creaciones de Marvel, podríamos decir que Daredevil, una exclusiva del servicio de transmisión Netflix, ocupa un lugar privilegiado. A diferencia de Agents of S.H.I.E.L.D., que tuvo un inicio bastante accidentado (hubo quienes pensaron que sería cancelada después de su primera temporada), la historia del Hombre sin miedo cumplió muy bien con las expectativas generadas.

Drew Goddard es el productor de Daredevil; otro triunfo en su carrera después de Cloverfield y The Cabin in the Woods.

Al menos, mucho más que la fallida cinta protagonizada por Ben Affleck en el 2003. En lugar de presentarnos a un Daredevil hecho y derecho desde el principio, el equipo creativo detrás de la serie decidió mostrarnos el camino que lo llevará a consolidarse como un héroe. Esto es, presentándonos sus inicios como abogado y sus intentos de combatir al hampa neoyorkino.

Daredevil

Los primeros pasos hacia la gloria

Aunque el recurso de la retrospectiva está presente en más de una ocasión, está bastante bien llevado. Cada enemigo, obstáculo o tropiezo que encuentra Matt Murdock en su camino, el alter ego de Daredevil en la vida real, solo es otro paso que lo lleva a convertirse en el superhéroe que algún día será. La interpretación de parte del actor Charlie Cox es sin duda genial y digna de elogio.

Abogado de día, justiciero de noche, sabe de antemano que la sociedad en la que habita se preocupa más por evadir la ley o simplemente “rodearla”, que en obtener la verdadera justicia. La legendaria localidad de Hell’s Kitchen de Manhattan, donde se lleva a cabo gran parte de la trama de la serie, es un peligroso caldo de cultivo donde dicha mentalidad se encuentra muy arraigada y prospera.

Marvel sigue dando justo en el clavo con su elección de actores para interpretar a sus personajes.

Es el lugar perfecto para que el crimen campe a sus anchas, donde aquel que ostenta más dinero y poder dicta sus propias leyes. Es ahí mismo donde surge el principal antagonista de esta historia, Wilson Fisk, mejor conocido por muchos de nosotros como el Kingpin. En este caso, es interpretado por Vincent D’Onofrio de forma por demás destacada.

Daredevil

No hay un héroe si no existe un villano

Quizá lo más genial acerca de este personaje es la forma en que va siendo presentado capítulo a capítulo. No es el típico rival que es “malo por solo ser malo”. En realidad, tiene todo un trasfondo y fundamento que nos hace entender cada paso que da. Sin embargo, su forma de pensar es la que precisamente lo hace confrontarse directamente con Daredevil.

Aunque sus propósitos podrían ser etiquetados como “nobles”, Fisk lleva al pie de la letra la máxima de “el fin justifica los medios” en su forma más extrema. A pesar de aparentar ser un elegante y refinado hombre de negocios, no puede esconder su ser auténtico, aquel que lo lleva a corromper todo lo que toca, así como cometer las peores atrocidades haciendo gala de extrema brutalidad.

La interpretación de Vincent D’Onofrio de Wilson Fisk es el justo contrapeso que esta serie necesitaba.

Lo mismo se extiende a sus asociados. Sí, Daredevil también destaca por eso; por su nivel de violencia y es por lo mismo que no es apta para todo público. Aquí cabe señalar que las coreografías de las peleas están bien logradas y que los momentos de mayor acción han sido especialmente cuidados. Pero lo mejor es que todo se siente creíble, humano de cierta manera.

Daredevil - Entrenando

Los golpes que da la vida

A diferencia de otros héroes, Daredevil dista mucho de ser invencible. No tiene la fuerza hercúlea de Hulk, la armadura o recursos financieros del magnate Tony Stark/Iron Man o el imbatible martillo Mjölnir de Thor, el Dios del Trueno. Aunque tiene su visión sin ojos, está mucho más cercano al común de la gente que cualquier otro superhéroe. Al igual que Fisk, arrastra sus propios traumas y problemas con los que tiene que lidiar día con día.

Eso es algo con lo que nos familiarizaremos a lo largo de los trece capítulos que comprende esta serie de Netflix, que como era de esperarse, está plagada de guiños no solo al mundo de los cómics de donde proviene su trama, sino al mismo Universo Cinematográfico de Marvel (o MCU para abreviar). Pero eso es algo que es mejor que cada quien descubra por sí mismo.

Cada actor elegido tiene el suficiente tiempo en pantalla para destacar. Lo mejor es que casi todos regresarán el próximo año.

Mención aparte merecen los personajes de soporte, como son Karen Page (Deborah Ann Woll), Franklin “Foggy” Nelson (Elden Henson), Ben Urich (Vondie Curtis-Hall) o Claire Temple (Rosario Dawson). Cada uno de ellos contribuye a crear un excelente escenario y sirven de complemento para conocer cada faceta de Matt Murdock.

Daredevil - Convaleciente

Universo autocontenido y bien sustentado

Esto aplica también al propio Wilson Fisk con su gente más cercana, como James Wesley (Toby Leonard Moore) o Vanessa Marianna (Ayelet Zurer), así como los líderes de otros sindicatos del crimen de la ciudad de New York. Como tal, Daredevil es una serie bastante recomendable, y aunque el ritmo de algunos episodios puede ser lento para algunas personas, en promedio es muy disfrutable.

Lo mejor de todo es que la nueva temporada, anunciada para estrenarse el siguiente año, pinta cada vez mejor, con confirmaciones como Punisher (Jon Bernthal) o Élodie Yung (Elektra). Si sigue la misma senda dejada por su antecesora, será otro éxito para Marvel y Netflix. Veremos como resultan otras series semejantes, basadas en Jessica Jones, Luke Cage, Iron Fist y el proyecto de The Defenders.

Daredevil - Tranquilidad

[La versión original de este artículo apareció en la edición en línea de la revista mexicana GameMaster (2009-2015), que escribí bajo mi seudónimo de A. Quatermain]

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