Sí, acabo de recibir una Navidad “adelantada”, ya que por fin podré ponerle las manos encima a mi Xenoblade Chronicles X Special Edition.

Desde la primera vez que vi la Xenoblade Chronicles X Special Edition disponible, la reservé a toda velocidad. Fue minutos después que se anunció su existencia que la aparté, conociendo de antemano que este tipo de productos suelen fabricarse en cantidades muy limitadas. No quería que me pasara lo mismo que con otras iniciativas similares de Nintendo.

Debo decir que cuando empecé a ver que los miembros de mi timeline en Twitter publicar fotos de este juego de Monolith Soft y comentar lo mucho que lo estaban disfrutando, algo dentro de mí moría poco a poco. ¿Valía la pena esperar por la edición especial? Varias ideas pasaban por mi atribulada cabeza, y trataba de borrar de mi mente todo lo que veía. Hasta que por fin, el día esperado llegó.

En unas pocas horas tendré en mis manos la Xenoblade Chronicles X Special Edition, después de que mi hermano la traiga desde su oficina. En base a las fotografías que él me compartió, puedo ver que la espera bien valió la pena. Pueden verlas a continuación en la siguiente galería, donde se aprecia no solo la copia física del juego, sino también el libro de arte, la memoria USB con una selección del OST de este título y la tarjeta decorativa incluida.

Es sin duda una de las ediciones más cuidadas publicadas por Nintendo de América. Aunque la memoria en cuestión tiene algunos “problemillas” (que he señalado previamente), todo lo que acompaña a Xenoblade Chronicles X es digno de atesorarse. ¿Les interesa tenerla? Hasta donde tengo entendido, todavía había unidades disponibles en Amazon, gracias a un nuevo embarque enviado por Nintendo.

El único problema es la actual fluctuación del dólar, que puede encarecer a la Xenoblade Chronicles X Special Edition más de la cuenta. Pero de que vale la pena, así como el propio título, es algo seguro. Hará muy buen juego con el libro de arte de esta obra del diseñador Tetsuya Takahashi, que igualmente reservé desde hace tiempo. Obviamente, cuando esté entre mis manos compartiré también algunas fotos.

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