Aquejado por una enfermedad mortal, Gabe Marcelo solo tenía un deseo antes de morir, y era jugar The Legend of Zelda: Breath of the Wild.

Este artículo de Waypoint es una de las cosas más tristes que he leído, y curiosamente, tiene que ver con The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Es la historia de un desaparecido fan de Nintendo, Gabe Marcelo, y su deseo por jugar este esperado juego. Sin embargo, él tenía un problema: estaba gravemente enfermo. Padecía cardiopatía congénita o CHD.

Solo contaba con un ventrículo y un área que le faltaba en medio del corazón. Desde niño sufrió de cirugía tras cirugía, que buscaban alargar su vida. Y como uno de los efectos secundarios que tenía era una baja oxigenación de la sangre, que se agravó terriblemente hasta su fallecimiento. A pesar de todo lo que sufría, Gabe solo tenía una idea en la mente: jugar The Legend of Zelda: Breath of the Wild.

Desde niño fue fan de los juegos de Nintendo, y disfrutó mucho de Super Mario Bros. 2, Excitebike y The Legend of Zelda en los 90. Para jugar con su hermano Jaime, que se encontraba en otra parte de Estados Unidos, disfrutó también de Final Fantasy XIV. Pero las aventuras de Link nunca pudieron irse de su mente, y era por eso que deseaba probar la más reciente de ellas.

Su madre envió una y otra vez cartas a Nintendo de América después de obtener una dirección de correo electrónico de la compañía. Ella deseaba que Gabe pudiera jugar The Legend of Zelda: Breath of the Wild y era por eso que lo hacía. Pero nada parecía funcionar, hasta que su hermano tuvo la idea de recurrir a Reddit. De inmediato consiguió el apoyo de los demás seguidores de la Gran N.

Y Nintendo respondió cuando el clamor llegó hasta sus redes sociales, llenando de alegría su vida. Fue invitado a jugar a la sede de NOA en Seattle, Washington, donde jugó uno de los demos que se mostraron en el E3 2016. Llegó con una playera azul con la leyenda “Thank you Mr. Iwata” (Gracias, Sr. Iwata), en memoria del gran hombre que sentó las bases actuales de la compañía.

Ahí disfrutó y jugó como nunca, además de que recorrió las instalaciones, compró regalos para él y su familia, y hasta recibió presentes de manos de Nintendo de América, como un póster autografiado. Fue quizá uno de los días más felices de la vida de Gabe. Después de eso, su mayor ilusión fue poder jugar de nuevo The Legend of Zelda: Breath of the Wild cuando saliera a la venta.

Pero el destino dictaminó otra cosa. Una noche antes de que Gabe muriera, él le mostró a su madre un video que había bajado. Era el tráiler de The Legend of Zelda: Breath of the Wild que se mostró al final del evento del 12 de enero. Lloraba mientras veía pasar los colores, sonidos y fragmentos de acción que pasaban por la pantalla. Al final dijo que saldría el 3 de marzo de este año. Pensaba que alcanzaría a cumplir su nuevo sueño.

Mas no fue posible ya. El 14 de enero del 2017, Gabe Marcelo dejó este mundo, pocas semanas después de cumplir 27 años de edad. Se fue en paz, aunque no pudo jugar por completo el juego que tanto quería. Es ese tipo de historias que de verdad rompen el corazón. Al menos tuvo la oportunidad de jugarlo, y de paso, ver uno de los mejores tráileres de la saga. Descansa en paz, Gabe.

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