[Reseña] Rogue One: Una historia de Star WarsCine y TVReseñas por A. Quatermain - 20 diciembre, 2016 No, no hubo ningún Jedi en Rogue One: Una historia de Star Wars. Pero el poder de la Fuerza y el mensaje de la esperanza resonaron increíblemente.Si bien soy un fan de la Guerra de las Galaxias, al grado tal que tenía menos de un año de edad cuando vi Star Wars: Una nueva esperanza (sí, me llevaron mis padres), eso no quiere decir que el primer día del estreno vea cada una de sus películas. Siempre suelo esperar al fin de semana para ir con mis seres queridos. Así pasó con Star Wars: El despertar de la Fuerza, y lo hice de nuevo con Rogue One: Una historia de Star Wars.Sin duda este filme tiene una singular importancia para Disney y Lucasfilm. Esto debido a que entre los planes de ambas compañías se encuentra no solo continuar con la línea de las cintas principales de la serie, sino también expandir lo más posible el fantástico universo creado por George Lucas. Y una de las formas de hacerlo es creando una serie de cintas que cuenten historias que se relacionen entre sí en más de una manera.Como polvo de estrellas en el viento…Rogue One: Una historia de Star Wars, junto con la película de Han Solo y posiblemente la de Obi-Wan Kenobi, son parte de un mismo esfuerzo. Pareciera ser un pretexto de las compañías involucradas para explotar de forma descarada a la franquicia, pero para suerte de los fans e incluso de quienes no lo son, este filme se sostiene por sí mismo, y encaja de forma maravillosa dentro de la serie.Aunque tenía una gran expectativa por esta película, también tenía mis dudas. Todavía recuerdo toda la serie de errores de concordancia que se cometieron en los episodios I, II y III, que provocaron muchas inconsistencias con lo planteado en la trilogía original. Afortunadamente no es el caso de esta nueva aventura, que si bien está autocontenida, está tan bien manejada que encaja como un engrane bien engrasado en la continuidad de la saga.La forma en que embonan las cosas en esta cinta es digno de elogio. Al menos sale a relucir que el equipo a cargo se sumergió por completo en el legado de la saga.En este aspecto solo me queda alabar al trabajo realizado por los guionistas Chris Weitz y Tony Gilroy, que tuvieron la obligación de hacer que las cosas funcionaran. Gracias a su intervención, la historia de los valientes pilotos y soldados de la Alianza Rebelde que consiguieron los planos de la Estrella de la Muerte pudo ser contada de una forma tal, que creo que ni el propio Lucas pudo nunca haber imaginado.Historia olvidada que merecía contarseA mi gusto, una de las cosas más rescatables de Rogue One: Una historia de Star Wars fue su sólida y bien llevada trama, que por dondequiera que se vea funciona. He leído comentarios de “críticos” que dicen que la verdadera guerra llegó a la saga… y creo que si alguno de ellos me dijera eso de frente me le reiría en la cara. ¿Por qué creen que la traducción tradicional de Star Wars es GUERRA DE LAS GALAXIAS?Ese nombre no es un simple adorno. Antes de este nuevo filme tuvimos siete películas donde el más añejo de los conflictos humanos se hace presente. No obstante, quienes hacen un señalamiento de este tipo quizá lo que quieren sacar a relucir es el notorio “sabor” bélico de esta cinta, que parece muy inspirado en una película con la temática de la Segunda Guerra Mundial.Desde un inicio sabes que es lo que va a pasar en Rogue One: Una historia de Star Wars. Pero no puedes evitar seguir viéndola para ver como terminaron las cosas.No, no estoy bromeando. Si hay una opinión que he visto más de una vez, y que comparto, es que Rogue One: Una historia de Star Wars tiene ese mismo “espíritu” que tuvo en su tiempo Los cañones de Navarone (1961), con los inmortales Gregory Peck, David Niven y Anthony Quinn. Una historia donde la acción estaba a la vuelta de la esquina, pero también la intriga y el sacrificio de unos pocos por conseguir un bien mayor.Cuentos de gente pequeña, pero valiosaHe oído quejas de quienes dicen que los protagonistas de esta nueva película no están tan desarrollados como los de la saga principal. Pero tampoco lo estuvieron los de la cinta que mencioné antes y eso no impide que sea una joya del séptimo arte. La forma en que se planteó a Jyn Erso (Felicity Jones), Cassian Andor (Diego Luna), Chirrut Îmwe (Donnie Yen), Baze Malbus (Jiang Wen) y Bodhi Rook (Riz Ahmed) fue justa y suficiente.Obviamente, Erso consiguió más desarrollo debido al peso que tiene en la trama. Pero en el gran orden de las cosas, tanto ella como sus compañeros no podían ser plasmados de la misma manera que Luke Skywalker, Leia Organa o Han Solo. ¿Por qué razón? Simplemente porque Rogue One: Una historia de Star Wars es solo una pequeña historia dentro de algo más grande.Por increíble que se lea, este filme complementa de tan buena forma a Star Wars: Episodio IV – Una nueva esperanza, que incluso hace que esta cinta luzca mucho más.Es el valiente, pero a la vez, triste relato de quienes lo dieron todo para aportar su “granito de arena” para mantener viva la esperanza. Son el justo tributo y reflejo del soldado desconocido, aquel que lo ofrece todo por un bien mayor. Para ellos puede no haber medallas, ceremonias, apretones de manos o siquiera una tumba conocida. Pero eso no les impide sacar agallas y coraje para cumplir con un objetivo que los envuelve y rebasa.Un elenco que destaca por derecho propioDesde el punto de vista actoral, no encuentro forma alguna de quejarme. Cada uno de los actores involucrados cumplen con su papel de la forma más decente posible. Posiblemente ésta es una de las mejores actuaciones que le he visto a Diego Luna, y a pesar de las quejas que oí respecto a Felicity Jones por sus anteriores participaciones, a mí me pareció ser alguien muy capaz cuando se lo propone.Donnie Yen destaca no solo por su actuación, sino también por sus coreografías y resulta por demás insólito que creara un arte marcial nuevo solo para este filme. Mención aparte merece Alan Tudyk, quien dio vida al androide imperial K-2SO. En una saga donde R2-D2, C-3PO y BB-8 parecen los reyes indiscutibles, este robot fue capaz de hacerse su propio espacio.La secuela de Rogue One está prácticamente descartada, pero es curioso que Felicity Jones tenga otra cinta de Star Wars en su contrato. ¿Qué quiere decir esto?Tal vez de forma breve, pero suficiente como para hacerlo brillar. Es difícil no encariñarse con él por sus actitudes y ocurrencias, además de su involuntario humor. Y ya que hablamos de eso, la forma en que la comedia entra en escena es por demás inteligente y divertida. ¿Quién pensaría que un simple comentario lleno de ironía podía generar tantas risas? Pero Rogue One: Una historia de Star Wars también tiene sus momentos más siniestros.Aparición por demás fugaz, pero bienvenidaY uno de ellos involucra al mismísimo Señor Oscuro de los Sith, el poderoso Darth Vader. No quiero arruinarles la experiencia de verlo en acción, pero si puedo anticiparles algo. Es la primera vez en mucho, mucho tiempo, que es representado con tal majestad y gloria. Este es el Vader que todo tememos y respetamos, la mano derecha del Emperador Palpatine. Es aquel que se impone solo con su presencia.Hay quien dice que Mads Mikkelsen, quien interpretó al padre, de Jyn, Galen Erso, al igual que Forest Whitaker como Saw Gerrera, se sintieron un poco desperdiciados. No lo sé, pero no me hago a la idea de que ambos pudieran tener mayor relevancia más allá de sus papeles actuales. Sin embargo, eso es algo que mejor deben de juzgar ustedes mismos viendo Rogue One: Una historia de Star Wars.Pasar de un planeta a otro de la forma más rápida posible sin duda ayudó a mantener las cosas dinámicas, sin estancamientos de ningún tipo.En cuanto al flujo de la trama me pareció muy adecuado. En este filme no se andan con medias tintas ni tiempos muertos. Todo se desarrolla a la velocidad adecuada, como si se tratara de un crescendo que inicia en su punto más bajo y que sube paulatinamente de intensidad hasta culminar en un sonido ensordecedor hacia el final. Esto no solo se aplica a la historia, sino al mismo nivel de acción.Cómo traer a alguien desde 40 años atrásAlgo también muy digno de destacar son los efectos especiales. De nuevo, y como sucedió en Star Wars: El despertar de la Fuerza, regresamos a la practicidad en lugar del exceso de CGI. Éste último si se utiliza, pero de forma moderada, y gracias a esta técnica veremos el retorno de un par de personajes. Obviamente no diré quienes son, pero cuando los vi quedé asombrado.Sí, todavía se nota que fueron generados por computadora, pero es sin duda sorprendente como ha avanzado esta técnica visual. Fue genial que esto se aplicara a Rogue One: Una historia de Star Wars, y marca un precedente que de seguro se repetirá en años venideros. Otro aspecto destacado del filme son sin duda las tomas realizadas y su fotografía. Tan solo la primera escena y la forma en que se tomó me quitó el aliento.El CGI no fue la única manera de traer de regreso a ciertos personajes. También otros actores bien caracterizados nos sorprendieron interpretando a Mon Mothma y Jan Dodonna.Cuando vi Star Wars: El despertar de la Fuerza, hubo algo que no me cuadró del todo, y fue que a mi gusto, le faltaba un poco más del exotismo del que hacían gala las cintas anteriores de la saga. No sucede lo mismo con esta cinta, ya que veremos ir de un lado a otro razas extraterrestres comunes al universo de la Guerra de las Galaxias. Lo mismo puede decirse de toda la gran variedad de vehículos y naves que comprenden a la saga.Llevando la batalla pecho a tierra o en el espacioEsto último fue otra de las cosas en las cuales cojeó un poco el Episodio VII, pero que en Rogue One: Una historia de Star Wars está corregido, y hasta se tomaron la molestia de rescatar alguno de ellos del universo expandido. De hecho, hay ideas que se remontan al pasado de la franquicia, pero que nunca pudieron llevarse a la práctica en los inicios de la serie.Para terminar, solo me queda pronunciarme acerca del apartado sonoro. El compositor Michael Giacchino solo tuvo cuatro semanas y media para hacer la música de este filme, después de la repentina salida de su antecesor. Pudo haber utilizado las melodías clásicas, pero prefirió mejor hacer una serie de aportaciones que me provocaron una gran impresión. Quizá pudo hacer algo mejor con más tiempo, pero su trabajo no fue en vano.Los amantes de los cameos y referencias estarán de plácemes con Rogue One. A cada rato hay una aparición especial o alusión a los capítulos anteriores de la saga. ¡Incluso simples frases!Desde Jyn Erso & Hope Suite pasando por The Imperial Suite y llegando hasta los estremecedores Hope, Confrontation on Eadu y Guardians of the Whills Suite, su música será recordada. ¿No saben de qué hablo? Háganse un favor y visiten el canal DisneyMusicVEVO en YouTube para rememorarlas. Al menos a mi me gustaron varias de ellas y me da gusto que se le diera prioridad a aportaciones nuevas.Soy uno con la fuerza, la fuerza está conmigo¿Qué podría decir en contra de Rogue One: Una historia de Star Wars? Por más que me pongo a rebuscar, no encuentro ninguna falla grave con este filme. Desde la historia hasta el planteamiento, flujo de la trama, actuaciones, trascendencia, efectos especiales y musicalización, si bien tienen algunas cosillas menores, todo funciona y se sostiene por sí solo.Por cierto, no se dejen llevar por lo que se vio en los tráileres. Mucho de lo que aparece ahí en realidad no viene en la película, lo que sin duda fue una muy agradable sorpresa. Si esta cinta es una muestra de lo que podemos esperar de Star Wars Episodio VIII, entonces la etapa posterior a la participación de George Lucas tiene un futuro brillante. Y como cualquier fan, quiero ver que es lo que pasará después.Please follow and like us: 9/10 Calificación - 9/10 9/10Resumen¿Está Rogue One al nivel de Episodio V o VII? Eso se lo dejó a ustedes que lo decidan. Pero sin duda es un filme que no deja indiferente a nadie, y menos a un fan de la Guerra de las Galaxias. Solo me resta decirles que cuando las luces de la sala del cine se encendieron, apenas me di cuenta que había lágrimas en mis ojos. Mitad tristeza, mitad felicidad de lo mucho que la disfruté.