El cine de terror siempre me ha fascinando, y a lo largo de los años he visto multitud de cintas. Pero éstas son las que más me impresionaron.

Quizá sea solo cosa mía, pero desde hace años nunca he encontrado una película que logre asustarme de la misma manera que en mis años mozos. No sé si sea el exceso absurdo de efectos especiales, la baja calidad de las historias o la “secuelitis” lo que me ha alejado cada vez más del cine de terror. Pero si he notado que algo ha cambiado, para bien o para mal.

Puede ser que sea yo; que los años de tantas cintas buenas o malas hayan hecho “callo” en mi sentido del miedo y pocas cosas puedan impresionarme como antes. Es por eso mismo que con ustedes comparto mi lista de cintas de terror favoritas, aquellas que lograron dejar una impresión permanente en mi cerebro y que aún ahora, al recordarlas, dejan en mí una sensación de desasosiego y un respetuoso temor.

Los pájaros (1963)

Una obra del maestro del suspenso, Alfred Hitchcock. Sí, se muy bien que muchos prefieren a Psicosis, pero este filme dejó una fuerte impresión en mí. La idea de aves picoteando mis ojos sin compasión alguna es una de las cosas que más me estremecen, y la escena donde los protagonistas se mueven cuidadosamente entre ellas es un momento clásico del cine.

El exorcista (1973)

Era un niño cuando se me ocurrió la tonta idea de verla… y ni siquiera pude terminar de hacerlo. La estremecedora escena de la cabeza de Linda Blair girando, las burlas del demonio, las expresiones de los sacerdotes y otras situaciones fueron demasiado para mí. La considero como un hito del género y sus escenas agregadas son igual de aterradoras.

Más negro que la noche (1975)

¡Sorpresa, tengo una cinta mexicana en mi conteo! Debo decir que esta película me daba miedo cuando era muy pequeño. La ambientación, la música tétrica y la inesperada aparición de Becker, el gato negro, me atemorizaban. Es irónico que años después conociera a un felino de nombre y apariencia similar. Mi miedo se convirtió en amor hacia los mininos.

Grizzly (1976)

Se muy bien que esta película es casi un plagio de Tiburón (Jaws), pero cuando la vi vivía en una localidad cerca de Palenque, Chiapas. Aunque ahí no hay osos, estaba muy cerca de un bosque y mi infantil mente me jugaba muy malas pasadas. No podía dormir imaginando que la bestia de la película entraría a devorarme… ¡y no tenía una bazuca a la mano!

La tía Alejandra (1979)

Este filme nacional es el responsable de que tenga una animadversión hacia los títeres, y a pesar de los años que han pasado, la considero una de las mejores cintas de terror del cine nacional, todo un logro del director Arturo Ripstein. Esa mujer era la maldad encarnada, que con sus maquinaciones y hechicería va acabando con los miembros de una pobre familia.

Poltergeist: Juegos diabólicos (1982)

Otra cinta que a mi gusto sigue sin ser superada, y que también tiene muy buenas tomas. Desde el árbol “devorador”, la carne que se le cae de la cara a un investigador o el maldito payaso debajo de la cama, está llena de momentos únicos. Es imposible olvidar tampoco los ataúdes mostrando su macabro contenido o la forma espectacular con que termina.

La cosa del otro mundo (1982)

A pesar de que la precuela tiene mejores efectos especiales, no supera a la cinta original de John Carpenter. Desafortunadamente, no la vi en su momento, pero años después me encantó el manejo de la historia, el suspenso y el terror que engloba. De verdad siente uno que está viendo una abominación venida de otro mundo, imparable y aterradora.

La mancha voraz (1988)

Se que la película original protagonizada por Steve McQueen tiene un encanto especial, pero esta reedición es aterradora. Este filme no se tienta el corazón para mostrarnos a una criatura que devora todo a su paso, sin importarle edad, sexo o condición social. Las escenas del hombre arrastrado por una tubería o el niño siendo devorado vivo jamás las olvidaré.

Chucky, el muñeco diabólico (1988)

Para mí la primera película de la serie es la que más vale la pena. Es una cinta sin duda atemorizante, en la que uno de los hombres mas perversos de ficción traslada su alma a un muñeco y lo convierte en un asesino despiadado. Su nivel de violencia y las actuaciones de los actores involucrados la hacen digna de recordar. ¡Chucky en verdad se hace odiar!

El proyecto de la bruja de Blair (1999)

Al principio no me atraía esta cinta, pero la forma en que fue filmada, sus enigmas y cómo se va desenvolviendo me fascinaron. Muchos imitadores han surgido al paso de los años, pero ninguno ha provocado el mismo impacto logrado por los directores Eduardo Sánchez y Daniel Myrick. Nunca pensé que las risas infantiles podían provocar tanto horror.

¿Te gustaron algunas de estas películas o prefieres de otro tipo? Si es posible, comparte tus recuerdos al respecto comentando en esta misma nota, o házmelo saber en Twitter con mi cuenta @U_Nintendo y la etiqueta #SemanadelTerror.

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