El director Guillermo del Toro convence a Cerveza Victoria de apoyar a los jóvenes matemáticos y personas con discapacidad intelectual en México.

Tal parece que el “encontronazo” que tenían el director mexicano Guillermo del Toro, y Cerveza Victoria, ha quedado atrás. Antes de que terminara el viernes, este cineasta compartió a través de su cuenta en Twitter el acuerdo que alcanzó con esta compañía cervecera. En la primera parte de su mensaje, Del Toro dice “@VictoriaMX y yo hablamos. Con buena voluntad, el malentendido ya quedó subsanado”.

Menos mal, porque vaya que esta empresa quedaba “malparada” con respecto a los consumidores. ¿Quién imaginaría que no le pediría permiso al creador de La forma del agua para usar su imagen? Después, añade “las latas con mi firma y cara se sustituirán por un nuevo proyecto gráfico (sin ganancia alguna para mi) y por el lado de ellos, parte de las ganancias se donarán a @CDMXOMM y @SOMEXICO_ Gracias”.

A final de cuentas se realizará lo que había propuesto Guillermo del Toro. La primera organización es la Olimpiada de Matemáticas de la Ciudad de México. Se trata de un programa académico que forma parte de la Olimpiada Mexicana de Matemáticas, y que es impulsada por la Sociedad Matemática Mexicana. En cuanto a la segunda, es la Special Olympics México, que se encarga de dar entrenamiento deportivo.

Sin embargo, se enfoca en personas con discapacidad intelectual. Creo que es una buena iniciativa apoyar a ambas entidades. Pero como se menciona al inicio, se cambiará el diseño de la lata donde ve el rostro de Del Toro, así como su firma. No veo que tanto problema había con el original, pero en fin. Lo que me pregunto es cuántas latas se han fabricado hasta ahora. Si alguna de ellas llega al público de seguro será muy cotizada entre coleccionistas.

Pero es posible que no haya empezado la producción en masa, la cual estaba proyectada para ser de cinco millones. Creo que el problema entre Guillermo del Toro y Cerveza Victoria fue más que nada de comunicación. En alguna parte alguien imaginó que el permiso estaba ya concedido, y decidió seguir adelante. Pero en realidad nunca fue así y este fue el resultado. Mejor arreglar las cosas sin involucrar abogados ni meterse en pleitos.

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