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Primer año de The Legend of Zelda: Breath of the Wild

El primer año de The Legend of Zelda: Breath of the Wild

Este 3 de marzo del 2018 conmemoramos el primer año de The Legend of Zelda: Breath of the Wild para Wii U y Nintendo Switch. ¡Honor a quien honor merece!

“¡Como vuela el tiempo!”, es una frase hecha que raya en el cliché. Pero en el caso del primer año de The Legend of Zelda: Breath of the Wild, creo que se aplica a la perfección. Después de 365 días, hoy conmemoramos la salida de uno de los juegos más importantes de Nintendo en los últimos tiempos. El fruto de la labor, esfuerzo y dedicación de cientos de desarrolladores, pertenecientes a Nintendo EPD y Monolith Soft.

Originalmente un título pensado para Wii U, a lo largo de su elaboración se creó su versión para el Nintendo Switch, la más vendida hasta el momento. Con sus 6.7 millones de unidades desplazadas hasta el 31 de diciembre, es uno de los juegos más populares de la serie. En Japón es el primero de la saga, después del legendario The Legend of Zelda: Ocarina of Time, en pasar del millón de copias vendidas sumando sus dos versiones.

El primer año de The Legend of Zelda: Breath of the Wild

El primer año de The Legend of Zelda: Breath of the Wild

Eso último es algo a destacar, ya que la serie no tiene tan buen recibimiento ahí. Pero no es lo único que vimos en el primer año de The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Actualmente está en el décimo segundo lugar de juegos mejor calificados en Metacritic, con su 97/100, y en el quinto de GameRankings con 97.33%, que es mucho más estricto al momento de considerar a un medio para sus promedios.

También es impresionante la cantidad de galardones adquiridos por esta nueva aventura de Link. Ha recibido premios como lo mejor del año de parte de eventos como The Game Awards, D.I.C.E. Awards, Golden Joystick Awards, Japan Game Awards 2017, y publicaciones como Famitsu. Esto solo es el justo reconocimiento a su gran calidad, y al trabajo del director Hidemaro Fujibayashi y su equipo.

Hidemaro Fujibayashi no solo dirigió este juego. También tiene en su currículum al genial The Legend of Zelda: The Minish Cap y al incomprendido The Legend of Zelda: Skyward Sword, mi juego favorito de la serie.

Mas lo mejor, y a la vez lo más importante, es el gran recibimiento que tuvo de parte de los propios jugadores. No es extraño que en el primer año de The Legend of Zelda: Breath of the Wild se revelara que es el juego más jugado en Nintendo Switch. Es un título que de verdad hace rendir tu dinero si lo explotas a fondo, y que se expande a través de dos muy buenas piezas de DLC, como son The Master Trials y The Champions’ Ballad.

El primer año de The Legend of Zelda: Breath of the Wild

Tomando inspiración de grandes series y juegos

Algo por lo que destaca este título, y que sus mismos creadores han admitido, es las distintas fuentes de inspiración que tuvieron para realizarlo. The Elder Scrolls V: Skyrim, Grand Theft Auto V, The Witcher 3, Far Cry e incluso Minecraft sirvieron a Fujibayashi y compañía para desarrollarlo. Pero no fue cosa de copiar y pegar. Si así fuera no se comprendería lo bien que le ha ido a este título.

Fue tomar elementos de esos juegos y series para adaptarlos a la franquicia de The Legend of Zelda, que de por sí tiene sus propios conceptos. No por nada es un referente del género de acción aventura y quizá su más digno y conocido representante. Pero esta vez combinó todo lo que es con el concepto de Open Air, un mundo vivo y dinámico completamente abierto donde podemos ir a donde queramos.

Tomar como base ideas de otros juegos no es malo, sino que es el justo reconocimiento de su legado y lo que aporta a la industria. Claro, una copia descarada siempre será objeto de desprecio.

Hay completa libertad para resolver cualquier problema o situación que se nos presente. Eso quedó muy claro para los jugadores en este primer año de The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Es probablemente el título con más libertad de la serie desde los tiempos del primer juego para el NES. Cualquier cosa, cualquier locura que se nos viniera a la mente, podíamos llevarla a cabo.

El primer año de The Legend of Zelda: Breath of the Wild

Excelente y bastante disfrutable, pero no perfecto

Eso es algo que si hacemos caso de sus creadores, perdurará de aquí en adelante. Desde luego, tampoco es un título perfecto. Con la idea de un mundo más abierto, y a pesar de contar con más de 100 Shrines, el diseño de calabozos no está al nivel de sus predecesores. La idea de las Divine Beasts se me hizo muy creativa, pero no para volver a repetirla.

Muchas quejas hubo en este primer año de The Legend of Zelda: Breath of the Wild acerca de que el mundo del juego se sentía “vacío”. Teniendo en mente que estamos en un Hyrule post-apocalíptico, era comprensible algo así. Ese es un vicio que muchos títulos de mundo abierto comparten. Aún así, el quedarse un momento en silencio y ver toda la serie de pequeños detalles que nos rodean bien valió la pena.

¿De verdad alguien puede aburrirse con este juego? Creo que en ninguna ocasión me pasó. A cada paso que daba siempre había una misión, desafío, receta, minijuego o arma que quería cumplir o conseguir.

Hay cosas que eché de menos con este juego, y no me cuesta admitirlo. Pescar de la forma tradicional en la serie, por ejemplo. Pero siento que fue una buena idea que Nintendo decidiera romper los convencionalismos y probar con algo nuevo. La misma fórmula repetida una y otra vez puede cansar, por muy buena que sea. A veces un cambio es lo que conviene más, para volver a reinventarse a sí mismo.

El primer año de The Legend of Zelda: Breath of the Wild

Estrellita donde estás, me pregunto qué serás…

Eso fue lo que salió a relucir en el primer año de The Legend of Zelda: Breath of the Wild, un juego que no solo se pensó para atraer a los veteranos de la saga, sino para que una nueva generación de jugadores pudiera probarlo. Ya sea en Nintendo Switch o Wii U, es un título que bien vale la pena disfrutarse, lo mismo en su edición original o la nueva que incluso tiene una guía.

Pero, ¿saben qué? ¡Al diablo con esta última! Lo mejor que puedes hacer para disfrutarlo es sin ninguna preparación previa. Cada pequeño descubrimiento, minúsculo hallazgo o diminuta sorpresa que tuvimos con este título hace a este título inolvidable. Si existieran constelaciones basadas en videojuegos y una de esta franquicia, esta aventura ya tiene su estrella.

El arte que muestra al primer Link de The Legend of Zelda entregando la Master Sword a su similar de Breath of the Wild es una de las más emblemáticas ilustraciones de la serie en toda su historia.

La misma en importancia que tienen The Legend of Zelda, The Legend of Zelda: Link’s Awakening y The Legend of Zelda: Ocarina of Time. En este primer año de The Legend of Zelda: Breath of the Wild, quedó claro que este juego marcó un antes y un después en la saga. Ese es un lugar que nadie podrá quitarle ni ahora ni nunca. Gracias Nintendo por darnos un juego tan maravilloso.

El hermoso arte al inicio de esta nota es la forma de celebrar de la Gran N este juego. Hoy, 3 de marzo, además de conmemorar el primer año de The Legend of Zelda: Breath of the Wild, también celebramos el primer aniversario del Nintendo Switch.

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